Habitus Chetae

 
"¡Tiene un habitus muy cheto!"
- Dijo un colega al que respeto y quiero mucho refiriéndose a un tercer@ en cuestión-


Una frase por demás original que ha resonado en mi cabeza por varios días, claramente la variable sociológica por excelencia bajada a la realidad cotidiana - un análisis casero-. Pensé y re pensé esta categoría en el devenir de mi letargo intelectual, y en el medio de la confección de algunos proyectos y trabajos que debo entregar en lo inmediato -estando trasnochado-, surgieron algunos pensamientos paralelos que debo desarrollar para lograr hacer un poco de espacio reflexivo en mis pensamientos y descontracturar mis ideas.
El habitus se resume -parafraseando a Bourdieu- al conjunto de esquemas generativos de los cuales se nutren los sujetos para percibir el mundo y encontrar la razón de ser de sus actos. Y dichos esquemas se estructuran socialmente y se erigen sobre la base de las prácticas sociales a lo largo de la vida de los sujetos. Pero tal vez lo que nos ocupa en esta reflexión sea la condición de estructurante que posee el habitus en tanto tal, es decir el verlo como una estructura generadora de acciones, esquemas de pensamiento, percepciones y valores propios en los agentes.
Ahora bien, no es nuestra intensión detenernos mucho más en la definición de habitus en sí misma, ya que por respeto a la obra de Bourdieu esto nos llevaría muchas páginas de exposición. Para los que resulten interesados en la obra de este pilar intelectual del siglo XX les dejo el siguiente enlace: http://pierre-bourdieu.blogspot.com/ .
Nos detendremos en el hecho de la utilización social de dicho esquema, las operaciones realizadas por los actores que logran enquistarse en el imaginario colectivo, situaciones que generan y estructuran límites identitarios, y expresiones de diferencia de clase.
Propongo el siguiente ejercicio:
A continuación postearé un texto, una carta de lectores del diario La Nación. Propongo que lo lean actuando ser un “Cheto” (si lo es no actue). Identifique en el uso de lenguaje marcas propias de lo que usted imagina acerca del habitus cheto. También conceptos claves y/o temáticas en las que se ponen acento en el texto (puntos de referencia).[1]

Se­ñor Di­rec­tor:
"Lamentablemente, este año el ambiente de seguridad en La Barra, Punta del Este, es nulo. Nuestra hija, con un grupo de amigas, fue a festejar el Año Nuevo a la disco Poomas, de La Barra. Pagaron su entrada y a los quince minutos, mientras bailaban en la pista, un joven le arrebató violentamente la cartera, que contenía dinero, sus documentos, un rosario y su celular. Junto con sus amigas, pidió inmediato auxilio al personal de seguridad del establecimiento, sin obtener ayuda alguna. No se impidió la salida del boliche, no se prendieron las luces, no se llamó a la policía; en suma, no se hizo absolutamente nada.
"Impunidad total en pleno Año Nuevo. Hablamos con el cónsul argentino y su personal en ocasión de expedir un pasaporte provisorio para que pudiera regresar a la Argentina. Nos comentan que en los primeros quince días de esta temporada han recibido decenas de pedidos o denuncias por arrebatos en la calle, en moto, tanto en la península como en La Barra.
"La policía, indiferente. El trámite para los papeles de regreso nos quitó dos días. Incluso una cónsul de otro país fue arrebatada en pleno mediodía en la rambla. La tranquilidad y seguridad en Punta del Este son tal vez el principal gancho y justificación para pagar los precios de temporada para los argentinos, paraguayos y brasileños que visitan este balneario. Parecería que las autoridades uruguayas no logran mantener ese diferencial." [2]




[1] El mismo día de la publicación de esta carta de lectores, un amigo leyó la carta actuando y casi nos morimos de risa todos en un McDonnals.
[2] Carta de lectores, Diario la Nación, 22/01/2010.

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